miércoles, 18 de diciembre de 2013

UN ESTUDIO DEMUESTRA QUE LAS MUJERES EMBARAZADAS RECIBEN DISCRIMINACIÓN LABORAL


Las mujeres embarazadas son más propensas a experimentar discriminación en la búsqueda de un puesto de trabajo que las mujeres no embarazadas , pero hay cosas que pueden hacer para minimizar ese sesgo.

Un nuevo estudio examina cuatro estereotipos posibles que conducen a actitudes hostiles y conductas discriminatorias hacia los solicitantes de empleo embarazadas : la incompetencia , la falta de compromiso, la inflexibilidad y la necesidad de adaptación - y cómo estos estereotipos pueden ser refutados.

El experimento midió discriminación formal (si las solicitantes preguntaban acerca de la oferta de empleo estas eran informadas sobre ella y se les dejaba rellenar la solicitud) y la discriminación interpersonal (si el personal de Recursos Humanos intentaban terminar prematuramente la conversación, si fruncían sus labios , mostraban hostilidad, trataban a la solicitante groseramente , fruncían su cejas , y parecían incómodos.

Publicado en el "Journal of Applied Psychology", el estudio revela que las calificaciones desde las tres perspectivas -solicitantes , observadores y evaluadores independientes - convergen en que las solicitantes de empleo embarazadas recibían mayor hostilidad interpersonal que las no embarazadas.

Pero el estudio también muestra que las solicitantes de empleo que abordan estos estereotipos sobre las embarazadas cuando hacían la entrevista de trabajo (en particular, sus niveles personales de compromiso y flexibilidad ) eran casi tres veces menos propensas a experimentar la discriminación interpersonal que las embarazadas que no decían nada para combatir los estereotipos del embarazo.

"Este estudio lleva la investigación de la discriminación contra las mujeres embarazadas un paso más allá ", dice Whitney Botsford Morgan profesor asistente de gestión de la Universidad de Houston- Downtown.

CÓMO REDUCIR LA DISCRIMINACIÓN

"Sabemos que existe este tipo de discriminación. Esta investigación nos ayuda a entender qué se puede hacer para reducirla. Las declaraciones que refutan los estereotipos acerca de ser inflexible y carente de compromiso son particularmente eficaces ".

"Saber que la información contraestereotípica es eficaz en la reducción de la discriminación es fundamental que la conozcan las mujeres embarazadas, porque entonces pueden actuar o proporcionar información contra esos estereotipos ", dice Mikki Hebl, profesor de psicología en la Universidad de Rice.

El estudio incluyó a 161 minoristas en tres centros comerciales en una gran área metropolitana . Todos estos minoristas confirmaron que estaban buscando personal antes del estudio . Cinco mujeres de pregrado participaron como "demandantes de empleo" del estudio y llevaban vestimenta estandarizado consistente en camisas negras , pantalones vaqueros de color azul oscuro , zapatos de tacón bajo y anillo de boda .

Además , los "solicitantes" llevaban pequeños bolsos negros que ocultaban una grabadora de audio digital para registrar cada interacción. Cinco estudiantes universitarios adicionales (tres mujeres, dos hombres) sirvieron como observadores de cada una de las interacciones y tres mujeres de pregrado que desconocían el propósito del estudio y las condiciones sirvieron como evaluadores independientes.

Los investigadores esperan que este estudio se sumará a la cantidad de investigaciones sobre el embarazo y la discriminación, y será de ayuda tanto a individuos como a organizaciones, para potenciarse a ellas mismas , así como disminuir los comportamientos discriminatorios.

"Las mujeres embarazadas harían bien en saber que existen estereotipos negativos , y que pueden hacer algo al respecto ", dice Hebl .

Investigadores de la Universidad George Mason contribuyeron al estudio.


Fuente: http://www.futurity.org/pregnant-cost-women-jobs/

viernes, 13 de diciembre de 2013

LA ANTROPÓLOGA PEGGY REEVES SANDAY REDEFINE EL MATRIARCADO


Existe la creencia extendida que en algún momento de la historia se dieron sociedades ginecocráticas (erróneamente llamadas "matriarcales") antes de que apareciesen las sociedades basadas en el orden patriarcal. Si bien historiadores y antropólogos han buscado durante más de 100 años evidencias de un orden social semejante, nunca se han hallado pruebas de la existencia de sociedades gobernadas por mujeres.

Para la antropóloga Peggy Reeves Sanday, quien ha vivido durante años entre los Minangkabau de Indonesia, estas sociedades no se han encontrado, porque los investigadores occidentales han partido de las categorías occidentales de “patriarcado” y “matriarcado”, suponiendo que un matriarcado es un patriarcado al revés, es decir, una sociedad en la cual el poder y los recursos se encuentran en manos de las mujeres.

"Demasiados antropólogos han estado buscando una sociedad en la cual las mujeres controlan todos los aspectos de la vida cotidiana, incluido el gobierno”, dice Reeves. “Este modelo —y una perspectiva muy occidental sobre el poder— no encaja muy bien cuando observas culturas no occidentales, como los Minangkabau. En Sumatra Occidental mujeres y hombres se relacionan más como socios que desean alcanzar el bien común que como competidores gobernados por el egocéntrico interés propio. El prestigio social lo obtienen aquellos que promueven las buenas relaciones siguiendo la costumbre y la religión.”

La doctora Reeves propone una nueva definición de matriarcado tras su experiencia con los Minangkabau. Reeves, profesora de antropología de la Universidad de Pennsylvania ha pasado 21 veranos y algunos períodos sabáticos en una aldea Minangkabau. Como resultado, ha publicado: Life in a Modern Matriarchy (Cornell University Press, May 2002).
¿Quiénes son estos Minangkabau matriarcales y por qué deberían interesarnos? Para la Dra. Reeves, experta en cuestiones de género, violencia y políticas sexuales, la experiencia de los Minangkabau nos debe ayudar a ampliar el abanico de posibilidades sociales para definir las relaciones de género.

Los cuatro millones de Minangkabau, uno de los mayores grupos étnicos de Indonesia, viven en las montañas de Sumatra Occidental. Su organización social se basa en la convivencia de la costumbre matrilineal y una filosofía naturalista llamada Adat. Recientemente, las ideas islámicas han encontrado terreno dentro de este marco. Pero a pesar de la asociación que se hace en occidente entre violencia e ideologías islamistas, la Dra.Reeves encontró una sociedad prácticamente libre de violencia.

Las ideas principales que sostienen el Adat y que son la clave del matriarcado Minangkabau se expresan en el proverbio: “el crecimiento de la naturaleza debe ser un maestro". Los Minangkabau creen que los individuos deben nutrir el crecimiento de la comunidad, los animales y las plantas para lograr una sociedad fuerte. La idea de “nutrir” implica un énfasis de lo maternal en la vida cotidiana. “Mientras que Occidente glorifica la dominación masculina y la competencia, los Minangkabau glorifican a su mítica Reina Madre y la cooperación”, dice la dra. Sanday.

A la pregunta de “quién manda”, los Minangkabau respondían invariablemente que la pregunta era incorrecta, que en su sociedad hombres y mujeres se complementan “como la uña y la carne”. El Islam no ha supuesto ningún cambio en esta filosofía. El Islam llegó en el siglo XVI a Sumatra, cuando el Adat ya estaba firmemente establecido. Tras un período de lucha entre ambas creencias, en el siglo XIX se llegó a un acuerdo según el cual ambas creencias eran queridas por Dios y complementarias. La filosofía Adat mantuvo su poder porque se adaptó a los cambios culturales que trajo el Islam. En tiempos de capitalismo global, islamismo fundamentalista y nacionalismo, la dra. Reeves cree que la filosofía Adat nos puede enseñar que desear mantener la pureza ideológica conduce al conflicto, mientras que el diálogo con el otro permite enriquecer ambos puntos de vista e integrarlos en una nueva síntesis común.