Tienes vista, oído, olfato,
gusto, tacto… Puedes caminar, correr, saltar, nadar, pensar. ¿Te habías dado
cuenta? Puedes leer esto y muchas otras cosas gracias a que puedes ver y a que
has podido aprender a leer y juzgar lo que estás leyendo gracias a tu capacidad
para analizar. Escucha: ¿Qué sonidos oyes?; toca el papel, ¿qué textura tiene?;
levántate y coge una fruta o una galleta, ¿está rica?; mastícala y saboréala a
consciencia, obsérvala y huélela… ¿has podido levantarte y cogerla?, ¿has
podido elegir cual coger?, ¿has podido verla, olerla, tocarla y saborearla?,
¿te das cuenta de la fortuna qué tienes?
2. Observa y aprende:
Seguro que conoces alguna persona
que ha estado cercana a la muerte, ¿cómo vive ahora?, ¿aprovecha la vida como
una nueva oportunidad?... Hay personas que han perdido la vista o la capacidad
de andar pero no por eso se sienten inválidas; potencian otras posibilidades y
desarrollan más los demás sentidos; valoran mucho más lo que tienen… Mira a la
gente mayor; hay cosas que ya no pueden hacer pero podemos aprender de todas
ellas.
3. Conserva:
Persona precavida vale por dos…
¿Cuántos accidentes podemos evitar con un poco de precaución?... Más vale
prevenir que lamentar… Evita riesgos innecesarios… Conserva lo que tienes,
protege a los que quieres… ¿Cuántas cosas has perdido por un descuido?...
Camina por la vida sin miedo pero con prudencia.
4 4. Manifiesta
tu amor:
Exprésales tus sentimientos a tus
seres queridos, no te quedes con las ganas. Da ese beso, ese abrazo, esa
palmada en la espalda. Que no se queden en tu garganta esas hermosas palabras
que serán tan gratificantes para ellos como para ti. Cuida tus relaciones como
de un bello jardín. Comparte tu tiempo con las personas mayores; ahora están pero
se irán, escúchalas; que no se lleven todo irremediablemente todo eso que
tienen que decirte, que no se vayan sin que les hayas transmitido tu amor
5. Cuídate:
Cuida tu cuerpo, tus órganos, tus
huesos, tus músculos, tus dientes, tu pelo… por medio de la alimentación, la
higiene y el ejercicio físico. Cuida tus pensamientos y tus sentimientos,
elimina los negativos, relájate. Conserva tu salud.
6. Disfruta:
Cada momento es único,
disfrútalo. Respira, tienes oxígeno. Ríe, tienes la risa; conversa, tienes el
habla… Disfruta de ese maravilloso rayo de sol que te acaricia la mano, esa
lluvia fresca que te resbala por las mejillas, ese viento que hace bailar tus
cabellos… Disfruta de ese vino tan sabroso, esa música, ese amanecer, esas
piedras cargadas de historia, ese trabajo que estás haciendo, ese cuadro… Vive
cada día con plenitud, como si fuera el último. La vida es una fiesta,
celébrala.
7. Supera:
La vida es demasiado corta para
desperdiciarla atormentándose; el vaso puede estar medio vacío pero también
está medio lleno. Lo que ya se fue no tiene remedio, puedes recordarlo pero no
te detengas en añorarlo y perder lo que ahora tienes. Reacciona ante la
adversidad de forma positiva; recuerda lo de “si lloras por no haber visto el
sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas”.
8. Juega:
9. Agradece:
Agradece la vida como un
maravilloso regalo que te ha sido dado. Mira el sol cada mañana y da gracias
por el nuevo día. Piensa antes de dormir en todas las cosas estupendas que te
han pasado, en todo lo que has aprendido, porque “nunca te acostarás sin saber
una cosa más”, no te duermas sin recordarlo.
10. Respeta:
Respeta la vida: la tuya, la de
las otras personas, la de los animales, plantas… Respeta el medio ambiente: el
aire, el agua, la tierra… Tenemos una inmensa riqueza natural. Para algunos
pueblos primitivos todo es sagrado para nosotros, ¿qué estamos haciendo?... De
todos depende la conservación de este planeta que habitamos.