lunes, 12 de agosto de 2013

RELATOS DE VERANO

Ser hombre no es nada más que ser varón, simple individuo del sexo masculino.

Ser hombre es hacer las cosas, no buscar razones para demostrar que no se pueden hacer.

Ser hombre es levantarse cada vez que se cae o se fracasa, en vez de explicar porque se fracasó.

Ser hombre es ser digno, consciente de sus actos y responsable.

Ser hombre es saber lo que se tiene que hacer y hacerlo: saber lo que se tiene que decir y decirlo, es también saber decir no.

Ser hombre es levantar los ojos de la tierra, elevar el espíritu, soñar con algo grande.

Ser hombre es ser persona, es decir; alguien distinto diferente a los demás.

Ser hombre es ser creador de algo: un hogar, un negocio, un puesto, un sistema de vida.
 Pensando en el hombre y la silueta de puesta de sol roja en un ferry Foto de archivo - 14639957
Ser hombre es entender el trabajo no solamente como necesidad sino también como privilegio y don que dignifica y enorgullece.

Ser hombre es tener vergüenza; sentir vergüenza de burlarse de una mujer, de abusar del débil, de mentir al ingenuo.


 Ser hombre es comprender la necesidad de adoptar una disciplina basada en principios sanos y sujetarse por su propia y deliberada voluntad a esa disciplina.

Ser hombre es comprender que la vida no es algo que se nos da ya hecho, sino que es la oportunidad para hacer algo bien hecho y de trascendencia.

Hombres de esta talla y de esta alcurnia los necesita el mundo, los reclama el mundo y los exige Dios.


Autor: Dr. Juan Luis Prado

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